BiBiRaw: SUBLIME DE MANDARINA/ SUBLIME OF TANGERINE

Hay dos cosas que adoro de la tierra en la que vivo: el mar y los cítricos.

Esta tarde he ido al hotelito de mi madre, La Rochera, ubicado en la montaña, pero a apenas 7 kilómetros del mar. Un lujo, sin duda.

Después de comer hemos paseado entre huertos de naranjos. Es algo que me encanta. Los paseos con mi madre, y las charlas... porque no sé quién de las dos es más habladora... Hablamos de muchas cosas, pero hoy ha salido el tema de este blog, y de lo que disfruto crucinando. Y entre tantos cítricos he pensado en rendir un homenaje a la naranja o la mandarina. Qué manjar!

Mi madre, que es una gran cocinera (aunque ahora ya no pruebo sus cocinados), se ha emocionado con la idea y enseguida ha sacado su artillería: manteles, flores, objetos antiguos... un montón de artilugios para que, después de crucinar, os presente las recetas con una estética digna. Y de paso, todo sea dicho, no repita el mantelito del fondo... que con tanto plato que os crucino, ya no me quedan elementos estéticos a los que recurrir.

Bueno, voy a lo que toca, que siempre me ando por las ramas. Hoy hablamos de mandarinas.
Cuando pienso en un plato en el que hay fruta, ya sabéis lo que opino. Fruta, solo con fruta, o con hojas verdes. Podría poner frutos secos y resultaría muy espectacular, pero ¿verdad que no queremos malas digestiones? ¿verdad que comer es un placer? Pues entonces, para qué hacer platos suculentos y pesados, si de lo que se trata, al menos para mi, es poder crucinar platos reales, para nuestro consumo diario.

Platos sencillos y bien combinados. Fáciles de hacer. Ese es mi lema.

PS: Por cierto, este plato se llama sublime, porque es el adjetivo que me ha salido en cuanto lo he probado. Porque ¿sabéis que pruebo todo lo que hago, verdad?

SUBLIME DE MANDARINA

Ingredientes:

Licuado de 4 mandarinas
1/2 aguacate congelado
2 cucharaditas muy pequeñas de cacao en polvo crudo
sirope de ágave o cualquier otro endulzante (poner tanto como se quiera endulzar)

La receta es muy sencilla de elaborar. Por un lado, licuamos las mandarinas. Por otro lado, hacemos el tradicional helado crudivegano: trituramos el aguacate congelado con el cacao y el sirope.

Para servir, poner el licuado en el fondo de un pequeño plato y servir el crudihelado de chocolate. Para decorar, espolvorear cacao en polvo y poner unas semillas del gajo de la mandarina.

Lo mejor, meter la cuchara y comer!!!