viernes, 6 de abril de 2012

EL CHOCOLATE, MI VENENO/ CHOCOLATE, MY POISON

Hace unas semanas empecé a encontrarme muy, muy cansada. Eran tiempos un tanto complicados. En el último mes había sufrido mucho estrés laboral y también personal, por una situación familiar un tanto difícil. Sabía que el estrés emocional afectaba a la salud, pero no fui consciente hasta que empecé a "envenenarme" sin saberlo, con el fin de compensar la situación, y las cosas fueron a peor. 


Cuando hablo de "envenenarme" quiero decir que el estrés me llevó a donde me ha llevado toda mi vida siempre que me he visto en dificultades emocionales: al chocolate. 


Dicen que el chocolate, ingerido con moderación, mucha moderación, combate la fatiga y estimula la actividad cerebral, pero cuando consumes mucho chocolate (y yo consumía en grandes cantidades cacao crudo con sirope o cacao al 80%) entonces, el chocolate es difícil de digerir y supone un trabajo extra para el hígado.


Si a esto le sumamos que mi hígado quedó tocado tras vacunarme de la hepatitis (para irme de viaje a finales del pasado año), y la situación difícil por la que atravesaba emocionalmente, pues el resultado fue AGOTAMIENTO y malestar general.  


Llegué incluso a tener dudas sobre mi dieta (crudivegana, con un altísimo porcentaje en frutas), pero seguí adelante con la alimentación que desde que la inicié hace casi un año, me ha dado tanta vida.


Lo único que hice fue dejar el chocolate, mi veneno. Y el resultado no puede ser más espectacular. Ya no me siento cansada. Estoy llena de vida. Se me quitó una irritación que me salió en el ojo y confirmo que con mi dieta crudivegana (siempre que sea saludable), todo va muy bien.


Tengo que ser consciente de que los excesos, todos, son malos, pero mi cuerpo queda tocado siempre, con ingredientes como el chocolate, los siropes, o incluso las semillas, que aunque las ingiera remojadas y en pequeñas cantidades, me sientan tan mal como el chocolate tomado a grandes dosis.






He considerado contar mi experiencia porque a veces, pensamos que una determinada dieta no va bien y a veces no tenemos en cuenta detalles como por ejemplo, en mi caso, el chocolate, que lo puede estropear todo.


Lo repito, ha sido dejar el chocolate y sentirme pletórica (otra cosa son los problemas de trabajo o familiares), pero ni una duda más sobre seguir comiendo crudo, vegano y con un elevado porcentaje de frutas.


Por cierto, si alguien quiere engordar comiendo crudivegano, que coma chocolate! yo me he puesto 3 kilos encima! Lo digo en tono jocoso, por favor, no comáis chocolate para engordar. No es una forma saludable de ganar peso.


     FOTO: JUAN SANJUÁN



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