sábado, 3 de diciembre de 2011

FIN DEL DETOX

Los cinco días detox han pasado muy pronto. Me encuentro muy bien. Genial, diría yo!
Creo que comer poco es realmente bueno para el cuerpo. Pero, ojo! poco, significa que al comer crudo, los alimentos que ingerimos tienen todos los nutrientes necesarios, que serán asimilados por nuestro cuerpo.


He estado investigando por la red, y he descubierto una forma de comer cruda que desconocía: el quantum eating. Me ha llamado poderosamente la atención por dos razones. Por un lado, porque aboga por la ingesta moderada, algo que se entiende precisamente porque al comer crudo, con menos alimentos, nos nutrimos más que si comemos cocinado.
En segundo lugar, me ha parecido interesante la idea de comer entre las 7 de la mañana y las 3 de la tarde, o como mucho, las 5pm.
Es otro de los aspectos que he experimentado en mi cuerpo y que además se amoldan a mi forma de vida porque madrugo mucho y me acuesto pronto. Para sentirme bien, necesito cenar pronto. Si puedo, no lo hago más tarde de las 7pm.


Dejo aquí esta reflexión sobre cómo sentirnos bien con nuestra dieta y alimentarnos mejor. Algo que sin duda, he experimentado en estos días.


En mis 5 días detox, he perdido 2 kilos. Suficientes para mi cuerpo. De hecho, en algún momento había pensado alargar la detox un par de días más y no lo voy a hacer por miedo a perder más peso. Por otra parte, con estos dos kilos, lo que he perdido ha sido sobretodo esa sensación de hinchazón que tenía y que me producía tanto malestar.


Muchas mujeres que siguen la dieta cruda afirman que han perdido toda la celulitis que tenían en las piernas. Yo soy crudi desde junio, y puede que haya perdido un poco, muy poco. Por decir algo. También es verdad que durante este tiempo he comido crudo, aunque no sé si muy sano, por abusar continuamente de dátiles, frutos secos y endulzantes naturales como sirope de ágave así como cacao crudo. En los días detox, no he notado que haya disminuido mi celulitis aunque sí he perdido volumen en las piernas.


Yo creo que con el detox he reeducado mi cuerpo. Ya no tengo esa ansia de dulce. Es como si me hubiera desenganchado. Lo cual me alegra, todo sea dicho.


Hoy, tras un sueño reparador de 11 horas que me pedía mi cuerpo, he desayunado 1 kiwi, espinacas, pasto de trigo y maca.


A mitad mañana he degustado una sabrosa chirimoya que compré a Rufino. Y al mediodía, pasadas las 3, me he tomado una ensalada de lechuga y espinacas, sin aliño de ningún tipo, simplemente la verdura con trozos de mango. No sé porque hoy me apetece comer fruta!


Cerca de las 6 de la tarde, me he tomado un licuado de guayabas. Delicioso. Una hora más tarde he sentido un poco de hambre y me he preparado un licuado de lechuga, tomate y pepino. Realmente me encanta este licuado al que le he añadido un poco de pimienta. Me siento totalmente saciada. Llena, pero sin malestar de ningún tipo.


También a raíz de esta experiencia, como dije días atrás, he descubierto la fruta como alimento único para las mañanas. Me ha gustado tanto la experiencia que pienso introducir más fruta en mi dieta. A ver cómo resulta esta idea, más teniendo en cuenta que entramos en el invierno y la fruta suele ser más apetecible en verano.


De todos los cambios que vaya experimentando con la dieta cruda así de como nuevas recetas, os lo iré contando en este blog.
Abrazos crudos para todos!

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