viernes, 7 de octubre de 2011

Durian, the king fruit




Sí. Ésta soy yo, soplando las velas de mi cumpleaños... no podía poner todas las velas porque no cabían.... en cualquier caso, no es en las velas en lo que quiero que os fijéis, sino en mi pastel de cumpleaños.
Bueno, en realidad no es pastel, sino un trozo de durian, llamado "The king fruit". Para mi es el mejor calificativo que se le podría dar.
Han dicho de esta fruta que es como comer una deliciosa crema de vainilla dentro de una letrina. Y es que el durian apesta, pero a mi me ha gustado tanto, que su fuerte olor sólo despertaba en mi unas ganas increíbles de comer más. No sé cuántos durian me habré comido en mi aventura por Asia, pero no me han saciado en absoluto.
Ahora, desde casa, los echo mucho de menos.


Éste es el aspecto exterior del durian. No me atreví a probarlo hasta que lo encontré en un supermercado servido en bandejas. Por si no me gustaba demasiado.
En cuanto al precio, 45.500 dongs vietnamitas, viene a ser al cambio aproximadamente 1,5 euros el kilo.
Este precio es de la localidad de Hué, en el centro de Vietnam. Más al sur era más barato porque era donde se producía, por el clima más tropical. En el norte era más caro, y más difícil de encontrar.



En Hanoi, al norte de Vietnam, sólo encontré durian en el barrio chino. Encontré camiones enteros de durian... 






Esta foto me la hizo Juan la primera vez que probé durian. Tenía que documentar mi cara. Después de probar y probar soy incapaz de decir a qué sabe el durian. Hay gente que dice que sabe a vainilla, otros a  almendra... lo siento pero yo no puedo describir a qué sabe.
Nunca he probado nada parecido. Sí os puedo contar que la textura es –y lamento la comparación–, similar a la del pollo, con fibras. 
Aquí en la foto parece que me esté comiendo un perrito caliente pero os aseguro que es durian. En su interior, de color anaranjado, se ve el hueso. Tiene varios dentro de cada gajo.
Según el tamaño del fruto, pueden salir entre 5 o 6 gajos.




Ya he comentado que el durian apesta. En realidad debería decir que huele muy fuerte porque aunque algunos dicen que huele a carne podrida o alcantarilla, a mi no me parecía tan desagradable.
En cualquier caso, en el metro de Bangkok me descubrieron una bandeja de durian en la mochila y no me dejaron subir al metro. Salí de la estación, lo envolví en varias bolsas de plástico y una última bolsa hermética, y pasé el control. Menos mal!!!!! En ese momento no tenía hambre y no iba a tirar mi preciado durian a la basura!!!




El durian me ha gustado mucho, muchísimo... ha sido como una obsesión. De hecho, al final del viaje me he alimentado prácticamente de durian, y despedirme de él fue un poco traumático.
Pero cuando estaba en el aeropuerto de Bangkok, a punto de coger el avión con destino a Madrid, descubrí esto en una tienda. Durian freeze-dried. Está seco, como la comida de los astronautas, con el método de congelación.
Había muestras para probar, y al comprobar que sabía exactamente igual que la fruta fresca, y que además no llevaba azúcar ni ningún conservante (es lo bueno de la técnica del freeze), me compré un par de cajas, para irme quitando el mono de durian poco a poco.
La broma me salió un poco cara, porque 100 gr. de durian seco, que equivale a 2 kg de durian fresco, me costó 290 Baht, unos 7 euros.




Aquí os dejo cómo se saca la fruta de durian de su caparazón con pinchos 


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