viernes, 7 de octubre de 2011

Fruit Shakes








La fruta ha sido la principal fuente de alimentación de mi dieta en Vietnam, Camboya y Tailandia. Mi desayuno constaba de sandía o piña y 4 o 5 plátanos.
Plátanos, por cierto, de diversas variedades. Los había muy pequeñitos, con piel muy fina y sabor delicioso. Otros plátanos, también muy pequeños, de piel gorda y angulosa, ásperos de sabor y que me producían ardor estomacal. Finalmente, pude encontrar los plátanos como los conocemos en España, del mismo tamaño y sabor.


Tras mi desayuno, y después de caminar varias horas por las ciudades, a 40 grados y 100% de humedad, había que refrescarse. Y como no tomo ningún refresco de azúcar ni alcohol, mi mejor sustituto eran los batidos de frutas. DELICIOSOS!!!!!!! Simplemente fruta y hielo. Sin azúcar. Era algo que había que decir!!!! "No sugar, please".


Como las ensaladas no eran demasiado copiosas, tras comer en algún restaurante, muchos días me tomaba de postre mi batido preferido. De aguacate!!!!!! Qué bueno! Fresco y con mucho sabor.






Arriba, con la tendera que hacía los mejores batidos de aguacate.
Abajo, en otro puesto donde compraba batidos de frutas.




Los batidos de frutas eran deliciosos. Siento no poner más fotos, pero es que cuando me acordaba que tenía que hacer una foto ya me lo había acabado. Aquí, un batido de sandía (con semillas incluidas) y otro batido de lima.






Además del delicioso batido, el marco era incomparable. La isla de Phi Phi, en Tailandia, aunque esta vista recuerda a hace unos años, cuando el Tsunami devastó toda la zona y 2.000 personas perdieron la vida.




Uno de los secretos de conseguir batidos tan buenos radica en los ingredientes: simple y llanamente, fruta. Fruta fresca, recogida en su punto óptimo de maduración, y por tanto, muy dulce.



Los cocos asiáticos son de corteza menos dura, tienen menos carne y el agua es más insípida.


Los niños trabajan con los padres, vendiendo fruta o en el negocio familiar. Son un reclamo para turistas, especialmente en las zonas más deprimidas, donde los pequeños ni siquiera van a la escuela.




Una de las "golosinas" más apetitosas han sido las piñas. Las de Vietnam y Camboya eran dulces y deliciosas. Las de Tailandia más ácidas y me produjeron aftas bucales, como me ocurre con las piñas que como en España. La que me estoy comiendo es de Vietnam. En concreto en el Delta del Mekong.
Los vendedores, en barcas, te servían la piña al momento. La pelaban, quitaban los puntitos, la partían por la mitad y te dejaban el rabillo para poder comerla con comodidad. Muy buena idea, no creéis?



Otras frutas interesantes eran el mangostán o los chirimoyos, con el mismo sabor que en España, pero con una piel diferente, que se podía pelar con las manos.





El dragon fruit o green dragon es otra fruta que me gustó mucho, aunque prefiero la variedad que tiene color fucsia en el interior y no la blanca. La que era blanca era bastante insípida. La de color fucsia era mas dulce.
Os pongo también la planta con los frutos.







Aunque encontrar fruta es fácil, uno de los días, en Ho Chi Minh, me apetecía comer unos plátanos pero no encontré a nadie que los vendiera. Pasé por al lado de esta tienda, que vendía refrescos. Vi que una pareja estaba sentada en una mesa sobre la que había plátanos. Les pedí comprar la mitad de la panocha pero me los regalaron. Al parecer, no vendían comida. Los plátanos eran su postre, pero aún así, me dieron unos cuantos. Como no me quisieron coger dinero les compré unas botellas de agua. 



A mitad mañana, descanso en Hoi An, comiendo unos platanitos en el bar...



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